Jacqueline Goegebeur, objeto de discriminación, Bélgica

Bélgica ratificó el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales (CEDH) en 1955. Y sin embargo, unos meses más tarde no pude nacer como hijo legal de mis padres y por qué unos meses más tarde mi hermano de 6 años pudo ser obligado por la comunidad belga a convertirse en un niño jardinero, y por qué 2 años más tarde los gendarmes nos obligaron a mí y a mi hermana, a agruparnos con los demás en un instituto mulato para transportarnos a Europa sin ningún consentimiento de mi madre.

Obtuvimos una disculpa y el reconocimiento de las injusticias, ahora continuaremos nuestra búsqueda de la verdad y de una reparación justa y equitativa. Porque hoy seguimos viviendo la realidad de estas mismas reglas discriminatorias concebidas en el racismo propio de la Colonización Belga, seguimos sin poseer papeles de nacimiento válidos, sigue siendo imposible encontrar a la familia a la que se le niega sistemáticamente el visado, y algunos siguen sin tener el acceso a la nacionalidad.

Copyright Simone Padovani